Quiero demás agradecer y dar mi reconocimiento a mis colegas del
Tribunal Supremo. Es realmente un honor trabajar a diario con un
grupo de magistrados tan talentosos y dedicados.
Y por supuesto quiero agradecer a la Legislatura y al Poder
Ejecutivo por reconocer de palabra y de hecho que el Poder Judicial
no es una agencia de discreción sino por el contrario un
poder independiente y a la par del gobierno que desempeña una
función imprescindible para la población de Connecticut. Este
reconocimiento resulta de especial importancia al estar ustedes
enfrascados en la elaboración de presupuesto durante una de las
crisis económicas más grandes que ha sufrido este estado. A medida
que continúan trabajando confío en que ustedes van a tener presente
que el Poder Judicial precisa de financiamiento adecuado para
administrar la justicia. Sencillamente no podemos desempeñar las
responsabilidades que nos han conferido si no contamos con los
recursos necesarios.
A medida que trabajamos en este proceso, continuará existiendo
una tensión sana entre los poderes que va a necesitar de un diálogo
constructivo y continuado. Sabemos que esta interdependencia y este
diálogo resultan positivos y conducen en un final a un gobierno
mejor. Quiero expresar mi agradecimiento a los Poderes Legislativo y
Ejecutivo por el diálogo positivo que hemos tenido durante mi
mandato como Presidenta del Tribunal Supremo y por evitar la acritud
que sabemos no tiene ningún propósito de utilidad y en un final
erosiona la confianza de la población. Confío en que estos debates
hayan contribuido a algunos de los muchos acontecimientos positivos
dentro del Poder Judicial, los cuales quisiera compartir con ustedes
hoy.
Estos acontecimientos no hubieran sido posibles sin el grupo de
jueces con múltiples talentos con que contamos en Connecticut. Estos
hombres y mujeres tienen la responsabilidad cada día de responder a
algunos de los problemas más apremiantes y difíciles que enfrenta
nuestra sociedad. Ellos son los árbitros legales de nuestro estado,
que trabajan infatigablemente por garantizar la igualdad de
condiciones a la población. Imaginen por un momento lo que sería un
proceso de toma de decisión en una causa de privación de la patria
potestad, en la que una menor tiene SIDA, la madre a pesar de tener
un amor entrañable por su hija, no está capacitada mentalmente para
cuidar de ella y la menor ha estado en un hogar de crianza seguro
durante cuatro años. ¿Uno priva de la patria potestad a la madre de
modo que la menor tenga la seguridad de saber que va a estar en un
hogar “para siempre” por los años que le quedan o se le permite a la
madre conservar sus derechos para que pueda tener visitas periódicas?
O imagínense oír a las madres de un adolescente víctima de un
homicidio y del adolescente inculpado clamando por justicia y
después tener que dictar una condena que probablemente no va a
satisfacer a ninguna de las partes. Estos son los tipos de
decisiones que toman nuestros jueces cada día, lo cual ellos hacen
prestando suma atención a lo que la ley establece y con compasión.
Les menciono esto porque el primer mensaje dirigido a ustedes
sobre “el estado del Poder Judicial” es que, mediante el proceso de
selección que ustedes han creado en su condición de Legislatura,
Connecticut tiene la fortuna de contar con algunos de los mejores
jueces de este país.
Para darles una idea de lo arduo que están trabajando estos
jueces, consideren las impresionantes estadísticas siguientes.
Durante los últimos dos años se radicaron más de dos millones de
causas ante los Tribunales de Primera Instancia. Durante este mismo
período nuestros tribunales resolvieron prácticamente el mismo
número de causas. Estoy segura que concordarán conmigo en que eso es
un gran volumen de trabajo que atender para un sistema judicial
compuesto por aproximadamente 200 jueces permanentes. Es, en
realidad, una de las tasas más altas de causas por juez en los
estados que cuentan con un sistema judicial unificado.
Como se imaginarán, nosotros estudiamos sistemáticamente estas
cifras para mantener el rumbo y estar al tanto de las tendencias.
Como servidores públicos, sin embargo, resulta importante recordar
que estas causas implican a personas y lo que estas cifras no
reflejan es el enfoque innovador y práctico que ha tomado el Poder
Judicial para atender el volumen de causas – con el objetivo final
de prestar los mejores servicios posibles a los individuos que usan
nuestros tribunales. Partiendo de nuestros debates con otros
tribunales estatales, sabemos que el Poder Judicial de Connecticut
es uno de los más innovadores del país y les quiero dar algunos
ejemplos:
- Gracias al Programa de Mediación en Ventas Judiciales
promulgado por ustedes durante el período de sesiones
legislativas de 2008, muchas personas que de otro modo hubieran
perdido sus hogares han recibido una segunda oportunidad. Nos
complace informarles a ustedes que se concertaron acuerdos en
más de la mitad de los casos en que los interesados aprovecharon
el programa y como resultado estos residentes lograron quedarse
en sus casas.
- En otra especialidad, la Juez Elaine Gordon, una juez de
familia experimentada, creó un DVD titulado “Pongamos a los
hijos primero: Cómo reducir los conflictos en las disputas por
la custodia”. Sabemos por los comentarios acerca de este DVD que
ha resultado de gran utilidad para los padres. En realidad ha
tenido tanto éxito que otros estados han solicitado copias.
- Nuestra Corte Comunitaria en Hartford, con su enfoque hacia
la rehabilitación en los “delitos que atentan contra la calidad
de vida”, fue seleccionada recientemente por el Departamento de
Justicia para que actúe como guía para otros estados. Al
efectuar esta selección, los funcionarios federales validaron lo
que ya conocemos: que la Corte Comunitaria afecta de manera
positiva y tangible las vidas de los residentes de Hartford.
- Nuestro sistema judicial de menores también afecta
positivamente las vidas de nuestros jóvenes. Por ejemplo,
nuestro sistema de encarcelamiento para menores es el único en
el país que ha sido doblemente acreditado por la Asociación
Correccional Norteamericana y la Comisión Nacional sobre
Salubridad en Centros Correccionales.
- Nuestra Academia de Alguaciles Judiciales es una de sólo 18
academias acreditadas en los Estados Unidos.
- Dentro de nuestras salas judiciales, nuestros Centros de
Servicio del Tribunal han tenido una verdadera influencia
positiva. En el 2008, los Centros de Servicio del Tribunal y los
puestos de Información al Público ayudaron a más de 260,000
partes que comparecieron por derecho propio, 46,000 abogados y
31,000 otras personas, tales como proveedores de servicios
sociales, testigos y miembros del jurado.
- En el frente tecnológico, el Poder Judicial ha logrado
grandes adelantos. Hemos revolucionado la manera en que
trabajamos para asegurar que el sistema judicial sea más
eficiente, transparente y abierto. En particular, hemos
expandido y acelerado el trabajo realizado en nuestro sistema de
expedientes electrónicos con la meta de convertirlo en un
sistema virtualmente exento del uso de papeles en enero del
2010.
- Finalmente, puede que muchos de ustedes se hayan percatado
de las mejoras a nuestra página en la Internet. Sabemos que esta
página es una herramienta de un valor incalculable para el
público, el Colegio de Abogados y los medios de comunicación. En
diciembre del 2008, más de seis millones de páginas fueron
visitadas en el sitio interactivo – un aumento de 100 por ciento
en comparación con el año previo. De importancia significativa
es la nueva página en español, la cual actualmente experimenta
una expansión.
Estas son sólo algunas de las innovaciones en las cuales hemos
estado trabajando. Ahora quisiera retomar el compromiso que hice
durante mi audiencia de confirmación. Tal como mencioné en aquel
momento, mi meta principal es mejorar la confianza del público en
nuestro sistema judicial. Durante los pasados dos años, el Poder
Judicial se ha sometido a un auto-análisis, considerando las
opiniones vertidas por los usuarios de las cortes a través de la
Comisión sobre Confianza y Servicio Público. A este panel, el cual
nombré poco después de convertirme en Presidenta del Tribunal
Supremo, se le asignó la tarea de desarrollar el primer plan
estratégico del Poder Judicial. Aprobé este plan en junio del 2008.
Es una guía para encaminar la manera en que el Poder Judicial
atiende las necesidades de las personas que serviremos durante los
próximos tres a cinco años.
Brevemente, y a título orientativo, la juez del Tribunal de
Apelaciones Alexandra DiPentina encabezó diestramente la comisión de
42 integrantes a medida en que este grupo realizaba su trabajo. El
trabajo incluía recibir las opiniones de más de mil personas que
participan en el sistema judicial, incluyendo abogados, grupos de
representación, jueces, el personal del tribunal y los medios de
difusión. En conjunto todos estos grupos invirtieron más de 500
horas debatiendo la mejor forma en que el Poder Judicial podría
enfrentarse a los desafíos actuales.
Durante este proceso de ilustración, que a veces resulta
doloroso, nuestros jueces han desempeñado una función integral y han
tenido el valor de decir: “¿Cómo podemos hacer las cosas mejor?” y
nos hemos autoanalizado sinceramente, sin intereses creados ni
limitaciones impuestas.
En otras palabras, para los que tienen experiencia militar, hicimos
una “revaloración” en la cual revaloramos todos nuestros sistemas,
de principio a fin, en busca de vías de perfeccionamiento.
Teniendo nuestro plan estratégico como guía, nombramos
seguidamente comisiones para hacer el trabajo difícil de elaborar
los pasos específicos y las medidas concretas de ejecución para las
recomendaciones contenidas en el plan. Estas comisiones han
invertido cientos de horas en identificar cambios, grandes y
pequeños, que nosotros confiamos que van a perfeccionar nuestro
sistema judicial.
Los aspectos en que inicialmente nos hemos concentrado son entre
otros: el mejoramiento del servicio de jurados, prestar mejores
recursos a las partes que comparecen por derecho propio, atender
mejor a la población que tiene conocimientos limitados de inglés y
perfeccionar nuestro proceso de evaluación judicial. Otros aspectos
que se están tratando son entre otros explorar alternativas para las
comparecencias ante el tribunal, tales como las videoconferencias;
mejorar la seguridad en los tribunales; y realizar un mejor trabajo
en educar a la población acerca de los tribunales.
Lo que resulta particularmente impresionante de estas comisiones
es el énfasis que ponen en las experiencias generales de aquellos
que usan nuestros tribunales. Aunque sabemos que tenemos que prestar
servicios a las víctimas de delitos y a sus familiares, garantizando
a la vez que se protejan los derechos de un acusado, no podemos
olvidarnos de la persona que tiene que dejar de cobrar un día de
trabajo para tratar cuestiones de manutención de su hijo o responder
a una multa por exceso de velocidad. Si una vez terminado este
proceso los dejamos más confundidos que cuando llegaron, entonces no
prestamos el servicio a la población que ellos se merecen.
El influjo de partes que comparecen por derecho propio (sin
abogado) hace nuestros esfuerzos más críticos aún y la comisión que
estudia esta esfera ha estado trabajando fuerte para hacer las cosas
más fáciles para estos individuos. Por ejemplo, esa comisión ha
recomendado:
- La creación de vídeos educativos del tipo “¿cómo se hace?”
en que los jueces proporcionan informaciones a los que
comparecen por derecho propio acerca de procedimientos civiles
básicos y de familia antes de que vayan al tribunal;
- Que se inicie un programa piloto de días de asesoría con el
empleo de abogados voluntarios en un tribunal de familia; y
- Que todos los tribunales nuevos y ya existentes estén
dotados de un Centro de Servicios del Tribunal, un puesto de
Información al Público o ambos.
Quizás se pregunten cuánto va a costar todo esto. Reconocemos que
las mejoras que se hagan, cualesquiera que sean, no pueden tener un
costo grande, ni tampoco mediano, de modo que la buena noticia para
el Poder Judicial y para ustedes es que prevemos que muchas de las
recomendaciones se pondrán en práctica por un bajo costo o por
ninguno.
Sólo por darles un ejemplo del cambio a bajo costo con altos
dividendos que hemos llevado a cabo como resultado directo de
nuestro plan estratégico, hemos identificado en cada tribunal a un
contacto que es experto en la ADA (Ley de Norteamericanos con
Discapacidades). A estos contactos se les ha dado entrenamiento
acerca de la ADA para que ayuden a la población con sus necesidades
y además hemos añadido a nuestro sitio en la web un enlace de los
contactos de la ADA dentro del Poder Judicial, una descripción de
los servicios disponibles en nuestros tribunales e información
acerca del acceso en silla de rueda.
En otra esfera se ha puesto en práctica un programa de
intercambio jurídico según el cual una vez al año las secretarías de
cada Distrito Judicial se reúnen con los miembros del Colegio de
Abogados que ejercen allí para debatir los procedimientos y
cualquier problema que el Colegio de Abogados tenga en un tribunal
en particular. Esperamos que este programa reduzca, si no elimina,
cualquier queja que puedan recibir acerca de nuestro sistema
judicial.
Otro componente clave de nuestro plan estratégico es educar a la
población acerca del Poder Judicial. Nuestros embajadores más
eficaces en este empeño son nuestros jueces y ellos han estado
trabajando con ahínco. Puede que hayan visto al Juez Doug Mintz en
un espacio noticioso del domingo por la mañana informando a la
población acerca del Programa de Mediación en Ventas Judiciales. O
quizás hayan visto como se citó a los Jueces Ray Norko y Elizabeth
Bozzuto en una historia acerca de los que comparecen por derecho
propio. O puede que hayan leído acerca de la participación del Juez
Chris Keller en la creación de un programa del Tribunal de Menores
para los padres que tienen problemas de abuso de sustancias, con el
fin de mantener unidas a las familias. Más importante aún, si miran
el noticiero nocturno una noche determinada, de conformidad con las
reglas revisadas acerca de las cámaras en las salas, verán a
nuestros jueces haciendo lo que saben hacer mejor – presidir las
causas. Esperamos que estén de acuerdo en que todos estos esfuerzos
aumentan la confianza de la población en nuestro sistema judicial en
Connecticut.
En nuestra marcha hacia delante ninguno de nosotros tiene una
bola de cristal, pero no creo que haya que decir que se avecinan
tiempos difíciles. Pero al hacerle frente unidos a estos desafíos,
hoy me presento ante ustedes para decirles que el “estado del Poder
Judicial” es fuerte y tiene motivación y optimismo por el futuro.
Les agradezco esta oportunidad de dirigirme a ustedes y espero
trabajar con ustedes en los meses siguientes para tratar las
difíciles cuestiones a las que se enfrenta nuestro gran estado.